Si el peligro se llama distracción, el riesgo puede ser más que un suspiro.
La gestión de riesgos busca anticiparse a las distracciones (generalmente inesperadas) que aparecen en el camino hacia el logro de los objetivos plantados por la Organización. Específicamente la gestión de riesgos está destinada a disminuir tanto la ocurrencia de un evento no deseado (el peligro) como el probable impacto asociado a éste (el riesgo). De acuerdo a este enfoque, resulta una herramienta necesaria de gestión para minimizar la probabilidad de desviaciones en el cumplimiento de los objetivos planteados en los diferentes procesos en general. En otras palabras, la idea es poder evaluar la magnitud del riesgo (mediante una estimación), mitigarlo y controlarlo, de modo de disminuir la ocurrencia del peligro y de la magnitud del riesgo, anticipándose a las consecuencias que pudieran existir de no ser previsto.
Estos tres engranajes hacen que la gestión de riesgos se desplace hacia los intereses prioritarios definidos por la propia organización y que deben estar alineados con los planes estratégicos de la empresa.
Durante el desarrollo de esta metodología es muy probable que también se identifiquen oportunidades de gestión que no necesariamente estaban a la vista.
Ver la evaluación del riesgo.
Ver la mitigación de riesgos.
Ver el control de riesgos.
Ver El peligro siempre está. El riesgo… depende de nosotros.
Juan Ramón Soto Daniels contacto@www.controldecalidad.cl
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Hellen